“EL MATRIMONIO, INICIO DE LA VIDA EN PAREJA”
Dios ha creado la nueva vida en los cristianos. De esta nueva vida fluyen obras que constituyen la vida santificada. El amor para con Dios y el prójimo, fluye del amor de Dios por nosotros. Vivimos en una época en que las personas hablan mucho acerca del amor hacia uno mismo. Dicen que no podemos amar a otros a menos que nosotros nos amemos primero. Sin embargo, esto no es verdad. El amor a uno mismo produce el egoísmo. El amor cristiano por otros se basa en el amor de Dios hacia nosotros. A menos que el amor de Dios nos impulse, no podemos amarlo. Si no podemos amar a Dios, no podemos amarnos los unos a los otros. La fuente del amor del cristiano para Dios y para otros, es el amor de Dios para los pecadores.
Dios ha creado la nueva vida en los cristianos. De esta nueva vida fluyen obras que constituyen la vida santificada. El amor para con Dios y el prójimo, fluye del amor de Dios por nosotros. Vivimos en una época en que las personas hablan mucho acerca del amor hacia uno mismo. Dicen que no podemos amar a otros a menos que nosotros nos amemos primero. Sin embargo, esto no es verdad. El amor a uno mismo produce el egoísmo. El amor cristiano por otros se basa en el amor de Dios hacia nosotros. A menos que el amor de Dios nos impulse, no podemos amarlo. Si no podemos amar a Dios, no podemos amarnos los unos a los otros. La fuente del amor del cristiano para Dios y para otros, es el amor de Dios para los pecadores.
Dios ha creado la nueva vida en los cristianos. De esta nueva vida fluyen obras que constituyen la vida santificada. El amor para con Dios y el prójimo, fluye del amor de Dios por nosotros. Vivimos en una época en que las personas hablan mucho acerca del amor hacia uno mismo. Dicen que no podemos amar a otros a menos que nosotros nos amemos primero. Sin embargo, esto no es verdad. El amor a uno mismo produce el egoísmo. El amor cristiano por otros se basa en el amor de Dios hacia nosotros. A menos que el amor de Dios nos impulse, no podemos amarlo. Si no podemos amar a Dios, no podemos amarnos los unos a los otros. La fuente del amor del cristiano para Dios y para otros, es el amor de Dios para los pecadores.